Abel Salazar: arquitecto, cantante, pintor y astrólogo
In Memoriam (junio 1953–noviembre 2020)
“Si tuviera que escoger solo a dos autores de ciencia ficción, dejaría a Aldous Huxley (‘Un Mundo Feliz’) y a George Orwell (‘1984’) y casi podría asegurar que se nos quedan cortos al describir el nuevo orden mundial que regirá alrededor del 2020”. Arq. Abel Salazar Vargas, febrero del 2011.
En febrero del 2011 invité a un querido amigo, el arquitecto Abel Salazar, a cenar al restaurante Bambai Mongolian Grill, para mi sección Escargot, de crítica gastronómica, en el periódico El Financiero. Parte de esa nota, y otros aspectos de nuestra conversación, los comparto con ustedes, con profunda tristeza por su desaparición física el pasado viernes 20 de noviembre del 2020.
Polifacético
Abel Salazar se escapaba a las clasificaciones usuales. Arquitecto, gerente general de la empresa Arquitecsa, ocupó la presidencia de su colegio profesional del 2006 al 2008, al mismo tiempo que accedió al cargo de director del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos. Además, era consultor, pintor y escritor; cantante de música coral; especialista registrado en el tratamiento con flores de Bach y –la cereza del queque– se especializó en el estudio de la astrología.
Al preguntarle a nuestro invitado, consejero regional de la Unión Internacional de Arquitectos, qué lo llevó a su escogencia profesional, nos dijo que su objetivo había sido “contribuir a que la arquitectura, como insumo esencial de la salud pública, respondiera armónicamente a los requerimientos del ambiente, y contribuyera a su integración con este, provocando un impacto positivo en la calidad de vida de toda nuestra sociedad”.
La astrología como instrumento
Es sabido que aunque muchos buscan con frecuencia su horóscopo, son bastante menos los que confesarían un interés más profundo en un área que suele ser anatematizada. Por eso aprovechamos la primera parte de nuestro encuentro para adentrarnos en el tema de la astrología, en la que el Arq. Salazar aplicaba tecnología digital.
Lo resumo así: “La astrología no es una ciencia, no es susceptible de que se le aplique el método científico como tal. Es la sistematización empírica de observaciones; es, simplemente, un instrumento. Es un lenguaje, igual que la matemática, un idioma o la música. Su estructura está integrada por una serie de símbolos, que reflejan las tendencias del ritmo del universo, del que no podemos abstraernos. La capacidad para poder prever dichos ciclos y relacionarlos con el devenir de cuanto ocurre en nuestra existencia, ha hecho que se interprete como determinismo pero, metafóricamente, eso sería como pensar que el reloj es capaz de ejercer alguna influencia sobre el tiempo, por el simple hecho de servir para medirlo, o que la música no existe, porque no todo el mundo sabe solfeo. Usarla para hacer temerarias predicciones, es poco serio”.
Para engañar el apetito mientras esperábamos, ordenamos unas entradas y le pedimos a don Abel que nos hablara un poco más sobre astrología.
“C. G. Jung, uno de los fundadores de la psicología moderna, dijo que la astrología incorpora la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad”, precisó. “Aunque existen distintas escuelas astrológicas, hay acuerdo en una conexión entre el cosmos y la Tierra, una relación entre el momento del nacimiento y las posiciones del Sol, la Luna y los planetas en el firmamento. Pero, contrario a la creencia popular, no existe ninguna relación ‘causal’ entre dichas posiciones. El mapa astrológico es como un mapa de carreteras, en el que están indicadas nuestras tendencias potenciales. El mapa astral es una representación simbólica de la suma de nuestras actividades pasadas, que forman la base de la existencia física y psíquica actual”.
Casi al llegar al final del almuerzo, le preguntamos a nuestro invitado sobre aplicaciones prácticas de la astrología. Nos dijo: “Las aplicaciones del conocimiento astrológico pueden ser muy variadas y dependen de las necesidades de cada uno. A través de él podemos apreciar cómo fluyen las energías entre nosotros: cuáles son las áreas donde existe un flujo armonioso y productivo y en qué aspectos las energías interfieren, causando tensiones o reacciones. Lo que puede lograr la astrología es ayudarte a determinar tu potencial y ayudarte a conocerte mejor y a desarrollarte más armónicamente con tus propios recursos“.
El 2020: Huxley y Orwell se quedarán cortos
Ya para despedirnos, nuestro contertulio (quien señaló el 2 de febrero del 2014 que en las elecciones de ese año se iría a segunda ronda, y que Otto Guevara no sería presidente ni en esa, ni en la siguiente) se permitió una especie de pronóstico (aunque subrayando que la astrología solo puede predecir tendencias) y, entre risas, manifestó que ha cambiado la bola de cristal por su computadora portátil (en la que nos muestra mapas astrales, gráficos y videos). “Si tuviera que escoger a solo dos autores de ciencia ficción, dejaría a Aldous Huxley (‘Un Mundo Feliz’) y a George Orwell (‘1984’) y casi podría asegurar que se nos quedan cortos, al describir el nuevo orden mundial que regirá alrededor del 2020”.
Para cerrar el artículo en aquel momento, señalé: “como soy optimista (don Abel nos recuerda que “los planetas inclinan, no obligan”) espero que haya golpes de timón para que ese no sea nuestro futuro”.
Y henos aquí en este 2020. Inesperado, para decir lo menos.